Raimundo Pérez Rodríguez nace en Loja, el año
1931(siendo el menor de 12 hermanos) dentro del seno de una familia de alto
poder económico siendo su padre presidente del consejo de administración de una
de las más importantes empresas de dicha población. En los prolegómenos de la
guerra civil española y por motivos no totalmente aclarados su padre fue
asesinado perdiendo el estatus que por aquellos entonces tenía, siendo
desposeída su familia de todos sus bienes.
Por estos motivos a la edad de 7 años abandona junto
con su madre inválida y sus hermanos la población de Loja para establecerse en
Granada.
Por avatares de la vida queda el solo con su
madre puesto que los demás hermanos abandonaron el domicilio familiar, siendo
todavía un niño muere la madre con lo cual desde esa fecha lo acoge un familiar
cercano. Por entonces ya Raimundo llevaba trabajando algún tiempo para
contribuir a la estabilidad familiar. Realizo trabajos de todo tipo desde
trasportar carbón, leña a los domicilios de las familias acomodadas de la
ciudad hasta vender fruta en un puesto ambulante.
En 1945 entra a formar parte de la plantilla de un
famoso obrador de pastelería de aquella época.“ El obrador de Don Juan Díaz”
sito en la C/ Santa Lucia, este fue su primer contacto con el dulce mundo de la
pastelería Granadina el cual sin saberlo en ese momento seria el principio de
su vida profesional.
Paso por los distintos niveles desde aprendiz hasta
maestro pastelero, aquí fue donde Raimundo forjo su alma de empresario y a la
edad de 25 años emprende su vida de empresario ya que consigue el traspaso del
negocio a pesar de ser en ese momento el más joven de la plantilla pero su afán
empresarial le lleva a Don Juan Díaz a confiar en él como su sucesor al frente
del negocio. Invierte su poco ahorros, 13.000 pts más 2.000 pts. que consigue
de préstamo para hacerse con el traspaso de dicho local.
Poco a poco empieza a innovar en el mundo de la
pastelería insertando en Granada productos que hasta entonces no se conocían.
En 1955 ve la luz el producto que durante varios años llevaba en mente realizar
y que a la postre seria su gran creación, La Exquisita MARITOÑI, que a la vez
dio nombre a su propia empresa que hasta entonces era conocida por el nombre
del propietario. El nacimiento comercial del dulce coincidió con el nacimiento
de su primogénita MARIA ANTONIA, a quien se le aplico cariñosamente un diminutivo
que se aplicara tanto a la hija como al dulce producto que se acababa de crear
MARITOÑI .
La dureza del comienzo hizo aprovechar unos restos de
papel que quedaban para envolver este producto dándose la curiosidad de que el
nombre que aparecía en este envoltorio era diferente al nombre con que se
bautizó el dulce, dicho nombre era a la par de mujer y de sabor “GLORIA”. Una
vez aprovechado estos restos paso a envolverse con su actual nombre.
Debido al éxito del producto la empresa tiene que
trasladar sus instalaciones siendo el lugar elegido por aquellos entonces la C/
Calle San Pedro Mártir en la misma casa donde nació el insigne granadino Ángel
Ganivet, donde transcurrido unos años nacería su hijo menor Raimundo, y tercer
descendiente puesto que entre él y la que dio nombre al dulce nacería su otra
hija Maria Angustias.
En el año 1966 al seguir la torta su éxito se traslada
la sede a su penúltimo emplazamiento en la C/ Agustín Lara donde disfrutaría en
por aquellos entonces unos magníficos 500 m2 de terreno a los que se le añadirán en el 1970, 600 m2 mas pertenecientes a un cine anexo pasando a ocupar
las instalaciones 1100 m2de terreno y 2500m2 edificados.
Durante casi 30 años toda la labor empresarial se
llevó a cabo en la sede de Agustín Lara donde la torta y toda la gama de
productos tanto de pastelería Industrial como Artesana, endulzaron la vida de
todos los granadinos. Ampliando su mercado por Andalucía, Murcia, Elche, Palma
de Mallorca, Barcelona, así como estableciendo acuerdos nacionales con grandes superficies
comerciales, cadenas de supermercados etc…
Es en 1994 cuando se da, el hasta el momento ultimo
salto y Raimundo adquiere terrenos en el polígono tecnológico de los Ogijares
en un principio de 3500 m2 posteriormente ampliados hasta los 4500 m2donde en la actualidad se realiza la producción diaria
de cerca de 20.000 unidades de “Exquisitas MARITOÑI” y otras miles de unidades de
otros productos de pastelería así como panadería, bollería, y como no, lo que
fueron sus comienzos, la pastelería artesana.
Raimundo Pérez Rodríguez falleció en Granada el 15 de
Septiembre de 2.009, después de una larga enfermedad que no pudo impedirle ir a
su empresa hasta su último aliento de vida.
Hoy somos sus hijos Maritoñi, Mª Angustias y Raimundo
y su nieta María, los que al frente de la gran familia y equipo de profesionales de MARITOÑI,
continuamos elaborando con el mismo cariño y amor que nuestro padre nos enseñó,
nuestros dulces, al objeto de poder llevarlos a todos nuestros clientes y
amigos.